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domingo, 6 de abril de 2014

Democracy-Fiction

                                        Con gratitud al maestro Antonio García-Trevijano y su obra "La Gran Mentira"  y a Quentin Tarantino por sus simpáticos personajes...

La necesaria y urgente revolución democrática
 


Vincent Vega y Jules Winnfield van conversando amigablemente en en interior de un Cadillac en movimiento conducido por Jules. Se trata de la famosa escena de la película de Tarantino "Pulp Fiction". En este caso es el preludio al tercer capítulo: "Preludio a Vin-cent Vega y la esposa deMarcelus Wallace". Son dos mafiosos impecablemente trajeados que se dirigen a ajustar cuentas a un colaborador díscolo al que terminarán eliminando...

 Vincent Vega en nuestra escena acaba de llegar de un viaje por Europa: Amsterdam,  Bru-selas, 
París y Madrid. Aquí dialogan acerca de la "democracia" en España y en Europa en general. Se usará la misma estructura de guión de la referida secuencia.


  El diálogo podría ser algo como esto:



Jules Winnfield: ¡Joder, tío: así que has estado en Europa este verano! ¡Qué potra, macho!


Vincent Vega: Sí. Fue un tour alucinante...


Jules: ¿Cómo es el sistema allá? Dicen que en Europa tienen democracia...


Vincent: Verás...En general, se puede decir que es la misma mierda que esto (U.S.A.) pero con diferencias importantes...






Jules: ¿Diferencias? ¿A qué te refieres?

Vincent: Aquí el pueblo elige directamente al presidente mientras que en España y en otros países europeos, no se elige directamente al presidente...

Jules: ¿Ah, no? Y entonces, ¿a quén eligen, al rey?

Vincent: Al rey tampoco lo eligen. Viene de serie, con su constitución. Lo que elige la gen-te son unas listas que elaboran los jefes de los partidos políticos, cuando se celebran las elecciones cada cuatro años...

Jules: ¡Vaya con el rey! Así que nadie lo ha elegido y está allí, viviendo por la cara...




Vincent: Exacto. Su presupuesto, así como el de la reina, las infantas y el príncipe herede-ro y su mujer salen del erario público: en torno a los 10 millones de euros confesables, pero rastreando el BOE la cifra puede superar esa cantidad con creces, por todos los privilegios que allí se pueden encontrar...

Jules: ¿Y cómo llegó al cargo?

Vincent: El dictador Franco, antes de morir, lo nombró sucesor. En 1931 hubo un referén-dum: los españoles votaron mayoritariamente la II República. De hecho, el rey Alfonso XIII abdicó al verse rechazado por los españoles. A muchos militares no les gustaba dicho régi-men. Uno de ellos, el general Franco, se levantó en armas en 1936. Prolongó una guerra ci-vil de exterminio del bando republicano, o sea, del poder vigente entonces, durante tres años, hasta que obtuvo una rendición sin condiciones merced a sus aliados fascistas/nazis...

Jules: ¡ Joooo-deeeerrr! ¡Qué tío! Entonces como no le gustaba la República, lo que había votado la mayoría en referéndum, se lo pasó por el forro de los cojones...

Vincent: Cojón, pues sólo tenía uno, según cuentan...Después montó una dictadura donde las fuerzas reaccionarias de la oligarquía dominaron hasta...

Jules: ¡Hasta que llegó la democracia!






Vincent: No. A España nunca ha llegado la democracia...todavía. En el pacto de Transi-ción, unos pocos señores de partido se reconocieron legitimidad para repartirse el estado según cuotas que refrendarían los votantes en unas listas decididas por la dirección de cada partido, bajo el principio de la irresponsabilidad del gobierno y de la jefatura del estado.Lo que hicieron realmente fue ampliar el número de partidos que teóricamente representaban todas las tendencias. El estado pasa de ser dominado por el partido franquista a serlo, tras la constitución del 78, por los partidos de la época: UCD, AP (hoy PP), PSOE, los naciona-listas y  otras minorías... Es como un banquete al que antiguamente sólo invitaban a cien comensales pero pasan a invitar a esos mismos cien más otros doscientos. Bien: ahora te-nemos trescientos comensales que se reparten el festín, pero el pueblo continúa estando al margen.

Jules: Digamos que ampliaron la base social del exclusivo club, con el fin de mantener el negocio...

Vincent: Algo así. Si la alternativa entonces era quedarse con todo exponiéndose a la hos-tilidad de los buitres postulantes que acudieron atraídos por la decadencia del régimen o bien compartirlo con éstos para así desactivar la amenaza, los franquistas optaron por esta última opción.



Jules: ¡Vaya jugada! Por lo que me dices la cosa se parece al caso de un tipo corto de pasta que está encoñado con una fulana de alto standing y prefiere compartirla con otros porque sería demasiado caro para él mantenerla "retirada"sólo para él: pierde exclusividad pero gana en ahorro, ¿me sigues?.

Vincent: Ja, ja. Veo que lo has captado a la primera. La comparte pero no la pierde ni se arriesga a perderla cargando él sólo con un nivel de gasto que lo desborda...

Jules: Entonces, ¿qué coño pinta la ciudadanía, the people? Si no puedes elegir al presi-dente. Si el rey te viene impuesto, al igual que los partidos y los sindicatos y el resto de ins-tituciones, como el Senado o el Consejo de Estado,  lo único que hacen es exprimir los re-cursos públicos como una sanguijuela no permitiendo que los ciudadanos tengan verdadera libertad política. Si a eso le añades el coste mastodóntico de las autonomías, cada una con una estructura administrativa similar a la del estado central: su gobiernito, su parlamen-tito, su tribunal regional de justicia, hasta su defensorcito del ciudadano a escala regional (¡manda huevos!!), etc, etc, etc... Si no te dejan entrar porque ya se lo han repartido todo los que llegaron primero, la consecuencia lógica es...




Vincent: ...que el poder reside realmente en las ejecutivas de los partidos y los electores son meros convidados de piedra de un festín de privilegios del que están excluídos. Son estas ejecutivas las que configuran unas listas que luego serán plebiscitadas. En virtud de una diabólica regla que utilizan para conveniencia de los partidos grandes, penalizando a las minorías,  la llamada Ley d' Hondt. Por ejemplo, un diputado de U.P.yD. ha necesitado 228.000 votos para obtener un diputado, en tanto que el P.P sólo necesita 58.000. Con 1140.242 votos UPyD obtiene 5 escaños. El PP habría obtenido 20 escaños, cuatro veces más...Los grandes hacen más con menos y los pequeños menos con más.

Julius: ¡Joder qué tongazo, tío! O sea que todo ese tinglado es más falso que Judas...

Vincent: Judas era una hermanita de la caridad al lado de estos tipos.

Julius: Y ¿cómo tienen la desfachatez de llamar a eso "democracia". ¡Pero si es una puñetera mierda! Al menos lo nuestro acá sí se puede llamar así, aunque hayamos tenido nuestras cagadas...




Vincent: La "representación proporcional" deja de legitimar en la sociedad civil a los diputados. El voto ha pasado a ser un formalismo residual de tipo litúrgico que sacrifica la original representación del elector en un nuevo valor de integración de la voluntad popular en la voluntad política de los partidos estatales. El principio representativo ha sido por completo aniquilado: ya no hay ni puede haber en el parlamento representantes del pueblo. A sus escaños sólo pueden llegar los apoderados de los jefes de los partidos, cuyas personas "carismadas" con su imagen de propaganda y seguidas por las listas de sus acólitos son plebiscitadas por los votantes.

Julius: Pues yo me quedo con lo nuestro. Aquí el que vota sabe que su voto cuenta y no es simplemente utilizado en un chungo toco-mocho previamente amañado...

Vincent: Aquí realmente tenemos libertad política, algo de lo que carecen en Europa. Aquí la libertad política y las libertades civiles de la sociedad, de las minorías y de las personas son garantizadas por el juego constitucional de las instituciones políticas y no por la simple responsabilidad de los hombres de gobierno de las mayorías, como en Europa.



Julius: Así es,Vincent: esa fue la verdadera y gran revolución americana, la de unos hom-bres escépticos desconfiados de las clases gobernantes y de las mayorías populares...

Vincent: ...unos hombres que temían tanto el abuso de poder de los parlamentos y de los gobiernos parlamentarios, como temían a la tiranía y al despotismo de las mayorías electo-rales y a las sórdidas maquinaciones de las facciones personales y de intereses...

Julius:...hombres que, a diferencia de los europeos de su época y de la nuestra, no confia-ban en los sistemas políticos basados sólo en la responsabilidad personal de los gobernan-tes...

Vincent: ...de unos hombres que exigían garantías o medidas cautelares de carácter insti-tucional para hacer imposible o muy difíciles los abusos del poder, o su castigo fulminante en el caso de que se dieran...

Julius: Verdaderamente aquellos revolucionarios lo bordaron: Adams, Hamilton, Jefferson, Madison, Jay, Morris...¡Qué tipos!




Vincent: ¡Desde luego! En cambio la democracia en Europa tuvo una mala madre: no cui-dó el embarazo democrático que llevaba en su seno la Revolución Francesa. Y cuando el rey fue procesado, adelantó el parto y provocó el aborto de la criatura para poder proclamar a la nación heredera de la soberanía absoluta. La república absoluta tomó posesión de todo el espacio público y concentró en la soberanía nacional todos los poderes que antes tenía la monarquía absoluta...Esa mala madre, ambiciosa y dogmática, celosa de los poderes y pres-tigios ajenos, pretenciosa de gloria y carante de virtud, fue la Asamble Nacional de Repre-sentantes, aquella que rompió el mandato imperativo de los electores...la Constituyente, la mentirosa que inventó el secuestro de la familia real por miedo a declarar la República cuando aquélla huyó a Varennes; la Convención regicida que acusó, instruyó el proceso, juzgó, condenó y ejecutó a Luis XIV, la que confundió en ella todos los poderes, contra la evidencia de Saint-Just quién afirmaba: "Dividid el poder si queréis que la libertad sub-sista"...

Julius: O sea que allá la democracia fue abortada por ser hija de una furcia...

Vincent: Exacto. Y de esa mala madre, de ese imprudente, confuso y torpe origen proce-den tanto la peligrosa doctrina liberal de la soberanía parlamentaria como esa gran menti-ra ideológica con la que se cubren todos los hijos bartardos de la oligarquía que gobierna, bajo el nombre de "democracia" en el Estado de Partidos. La Revolución Francesa produjo el aborto de la democracia en Europa, sacrificando la libertad política en aras de la sobe-ranía única e indivisible de la Asamblea Nacional.



Julius: Fue una verdadera lástima, la verdad...

Vincent: Y, por si esto fuera poco, la constitución del Estado de Partidos, al término de la Segunda Guerra Mundial ha empeorado el régimen político de los países europeos. A la antigua gran mentira de llamar "democráticos" a los sistemas parlamentarios, se ha sumado otra aún más flagrante: la de llamar "sistema parlamentario" a un régimen de poder que ha perdido su anterior carácter representativo de los electores, junto a la teórica soberanía del legislativo sobre el ejecutivo...

Julius: Definitivamente que quedo con Yanquilandia, colega. Con nuestras cagadas y todo, como USA no hay nada. Somos the first master of the Universe.

















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